1. Reducir el contenido de azúcar en un 30 %
Para poder aseverar en la etiqueta que un producto es bajo en azúcar, el contenido total debe ser un 30 % menor que la media del mercado. Varios países, como el Reino Unido, han adoptado la iniciativa “Action on Sugar”, introduciendo un impuesto más alto sobre el azúcar en bebidas dulces y otros productos alimenticios.